Impresionante «yakuza eiga» sobre un solitario, insobornable y mercurial policía encarnado por un tremebundo Tetsuya Watari ( muy cambiado desde sus papeles de ultra «cool» joven airado) enfrentado por igual a la corrupción del cuerpo y al crimen organizado, que vendrán a ser lo mismo. Historia de amor (y honor) desesperada y de amistad truncada por las circunstancias, a un tiempo implacable panorámica de una sociedad que convive con naturalidad con la delincuencia y colorista delirio callejero de violencia hiperbólica.
Supone un nuevo clavo sobre el ataúd en el que Fukasaku enterró el concepto clásico del género, por el procedimiento de arrancar sin miramientos cualquier noción de romanticismo a la figura, emergente en la post-guerra, de el criminal honorable (el “nynkio eiga” literalmente el film de caballeros) y protector de los parias que era el héroe de las películas del tenebrosamente carismático Ken Takakura en aquellos míticos “Brutal Tales Of Chivalry”, la eterna saga “Abashiri Prison” comandada por el apoteósico Teruo Ishii o incluso en las estilizadas “Red peony gambler”. Todo a base de mostrar con descaro chillón y miserabilísimo verista la cutrez sanguínea y la perversa infiltración social del crimen organizado.
Yakuza no hakaba: Kuchinashi no hana (aka: Yakuza Burial: Jasmine Flower)
Año: 1976
País: Japón
Fotografía: Toru Nakajima
Música: Toshiaki Tsushima
Guión: Kazuo Kasahara
Reparto: Tetsuya Watari, Meiko Kaji, Seizo Fukumoto, Takuzo Kawatani, Hideo Murota, Nagisha Oshima
97 min.


Esta cualidad de “outsiders” sociales de los tres personajes principales: el policía nacido en China, el “yakuza” coreano con el que se hermana y la mujer que ama, esposa de otro criminal encarcelado, japonesa-coreana, un sentimiento constante de (auto)desprecio subterráneo que suponen uno de los puntos de mayor interés de toda la historia y una marca casi permanente en los protagonista del “jitsuroku eiga” “fuakasakiano”, sus anti-héroes están siempre al margen, son unos anacronismos que o bien responden a códigos que ya no existe (como el Bunta Sugawara de “The yakuza papers”) o como aquí (o en la potente aunque por debajo de su prestigio “Graveyard of honor”) están situados en una línea tan fina que solo puede terminar en la inmolación. Caracteres proteicos e imprevisibles en guerra interior permanente sacada fuera del cuerpo a través de un estilo, interpretativo, en coherencia con lo visual, espástico y desquiciado.
El invento se redondea con toques humorísticos y melodramáticos típicamente japoneses, está repleto de escenas e imágenes memorables (Watari con su traje blanco resulta imborrable) y se apoya en un gran reparto que cuenta con bastantes de los secundarios habituales de Fukasaku además de con la suprema Meiko Kaji, auténtica sirena de la venganza, en un personaje/interpretación excepcionales, víctima voluntaria de un amor “fou” terminal, dispuesta a la destrucción. Cine de queroseno, mareante e inflamable.
Joder esta película es cine negro elevado al cubo, la he vuelto a ver y me parece genial, creo que esta la debió de rodar poco antes de Hokuriku por lo que serían sus dos últimas del género, incluso comparten un tema musical, en estas 2 pelis Fukasaku consiguió rodar 2 excelentes historias de gangstérs en poco más de 1 h y media y con muy buenos guiones, que van directos al grano sin ser densos, cuanto le debe John woo y el cine de acción en general, aunque claro esta en su conjunto Yakuza papers gana. A la esper tengo de ver street mobster a ver que tal.
Para mi esta es su obra cumbre, por desesperada y por contundente. Fukasaku sigue siendo un maestro a descubrir.
has visto chi-zome no daimon del 70 es de las primeras con Sugawara sino la primera, no esta nada mal aún no la he acabado pero por lo que llevo vista parece mejor que Street mobster o outlaw killers mad dog brothers
Pertecee a esa época en la cual todavía se debatía entre el viejo yakuza eiga de los 60 y el nuevo jitsuroku eiga que desarrollaría plenamente en los 70.
Esta la tenía en surrealmoviez pero hace poco ya habían caducado los enlaces…
final kamikaze sin tiroteo en chi-zome no daimon
Esta en la mula la vi por allzine ha tardado un tiempo en descargarse pero bueno
No soy yo muy amigo del e-mule. Uso siempre enlaces. Aparecerá, aparecerá…
a y no creas algunos de los yakuzas representados son verdaderamente malvadospor, la historia es tan nihilista como las posteriores sino ya verás aquí no hay honor que valga, me parece que tiene cosas mejores que Street Mobster, es otra de las variaciones con los mismos temas, final kamikaze tipo Peckinpah o Gamblers in Okinawa, esta vez sin tiroteo espectacular. La visión que da de Japón puede considerarse tan pesimista como en under the flag of the rising sun
Si, sin duda, el cambio ya era inevitable. Lo que FUkasaku hizo fue ir extirpando cualquier noción de romanticismo entorno al delincuente y su ecosistema y de paso dando una visión feroz del Japón de las décadas de posguerra.
Unos enlaces a un largo y excelente artículo que serán de tú interés:Jitsuroku Fiction. Los violentos años 70
(1) http://www.asiateca.net/?p=2139
(2) http://www.asiateca.net/?p=2144
(3) http://www.asiateca.net/?p=2149
(4) http://www.asiateca.net/?p=2153
muy bueno el artículo, Fukasaku era buen director aunque algo irregular y se prodigo quizás demasiado en el genero de los yakuza, que es donde hizo sus películas más contundentes, las de samurais son un poco flojas a mi gusto y las de ciencia ficción algo chorra e infantiles excepto virus o Battle royale si se pueden considerar ciencia ficción. Pero expone que fue a partir de Street mobster, yo diría sin haber visto las de los 60, que ese cine de yakuzas perros rabiosos es desde la de chizome no daimon, en la que vemos como ademas como hacen para sobrevivir la gente de los suburbios es una película más política de lo que parece al principio como en under the flag of the rising sun. Creo que sus pelis de yakuza que he visto casi todas siguen una continuidad conceptual, tenías razón se hace algo innecesaria la de Hokuriku. pero se me ocurrió empezar por el final a ver sus pelis
Pero es es por la cuestión de sobreexplotación que tú mismo comentas. Hokuriku proxy war es estuependa si la ves aislada, hasta te deja en estado de shock, pero la realidad es que es una más de entre una saga enorme donde termina por exprimir demasiado los mismos recursos. Lo que ocurre es que rueda con tanta vehemencia y energía, en una estado tan febril, que consigue que siga funcionando. la verdad es que es una pena que este hombre siga siendo tan poco conocido por aquí y sus películas difiles de ver.Es uno de los más grandes de los 60/70.