El espanto surge de la tumba: Paul Naschy como Alaric de Marnac y el resto es leyenda

EspantoSurgeDeLaTumbael5El espanto surge de la tumba

Director: Carlos Aured

Año: 1973

País: España

95 min.

Fotografía: Manuel Merino

Música: Carmelo Bernaola

Guión: Paul Naschy

Reparto: Paul Naschy,  Emma Cohen, Helga Liné, Víctor Alcazar, Luis Ciges, Julio Peña, María José Cantudo

2248369132_994aabae33Mi relación con Naschy o más bien hacía Naschy, ya que no tengo el gusto de tratarlo, podría resumirse en un aserto popular que reza: “Amiguinos, amiguinos, pero la vaquina por lo que vale”. Es decir, aprecio y reconozco el esfuerzo titánico de Jacinto Molina en levantar una especie de industria alrededor del “fantaterror” español, su voluntad de personalizar un discurso y de alcanzar una especia de autoría, una manera intransferible y reconocible de tratar el género, me enternece la desmesura de su ego o el empeño en continuar mucho más allá de la defunción del género y lamento que la gran mayoría de sus ideas fueran pisoteadas por circunstancias ajenas, léase penurias presupuestarias, rodajes a matacaballo en una semana y con seis técnicos o directamente la atrabiliaria incompetencia de directores (¿?) como el propio Aured, Zabalza, Madrid, espanto4Iglesias o el Klimovsky más desganado. La verdadera reivindicación de Naschy (como la de tantos otros) no puede de esta manera venir desde el arrobo del fan o la condescendencia del enteradillo sino desde el justiprecio del rigor crítico que señale virtudes, contextualice maneras, haga comprensibles insuficiencias y sancione errores/horrores. De otra manera el rescate no tendrá valor alguno y perpetuará la permanencia del cine popular como artefacto “camp” pare ser mirado por encima del hombro cuando no para chotearse abiertamente.

elespanto15De esta manera “El espanto surge de la tumba” resulta me un film particularmente difícil de valorar, ya que, si bien es estrictamente un bodrio carente de ritmo, pedestremente narrado, montado a hachazos y con un total desconocimiento de los rudimentos de la puesta en escena, también atesora una importancia histórica decisiva al ser el acta fundacional de esa “Hammer” del (muy) pobre que fue “Profilmes”, además de acarrear no poca mítica (y en ciertos aspectos casi justa) en su condición de “eurotrash” de culto internacional, en virtud de su sandunguero festival de picadillo “gore” y su perversidad erótica (amén de unos jugosos desnudos escamoteados en el metraje español, hay que recordar que la censura se ensañaba con el género y la dobles versiones estaban a al orden del día) que incluye tríos, lesbianismo, necrofilia (turbiamente sugerida en el asesinato, espanto7pasada por la hoz por un sobón Ciges, de una jovencita María José Cantudo“pre-parrús” y tétricamente empleada en la resurrección de una sofisticadísima Helga Liné, uno de los mejores momentos de la película) y demás familia.

Reconozco que no carece de aciertos, en especial su poderoso prólogo (casi “bergmaniano” en ese desfile en ascético travelling lateral), mezcla de barro, sangre y leyenda, que aporta el necesario tono ominoso a todo el invento y que está filmado del modo más primitivamente apropiado, rematado por la maldición de Alaric de Marnac (personaje recurrente en su filmografía y presentado aquí) previa pérdida de la cabeza y por el espanto1escalofriante plano de Helga Liné bocabajo y desorbitada, entre gritos y juramentos.

Desde luego la caracterización de Naschy como el demoníaco Alaric (el divo se reserva nada menos que tres papeles y en dos de ello triunfa por partida doble, apareciendo fugazmente desnudo además) resulta por completo inolvidable, una desaforada, expresionista (por histriónica) y maléfica revisión del elespanto3vampiro (en lugar de crucifijo es repelido por el medallón de “los martillos de Thor”.sic, uno de esos objetos de leyenda coon los que Naschy daba una pátina medio erudita, medio “pulp” a sus trabajos) enfrentado a la inocencia carnal de una guapísima Emma Cohen, a lo que se une algún aisladísimo momento donde la cruda atmósfera y el torpe feísmo terminan por funcionar, pienso en el ataque de la consorte del villano al desprevenido ladrón o la brutalidad de las escenas al borde del lago en general, en especial elespanto12el contundente hachazo que apiola inopinadamente al personaje de Naschy, en las que lo desabrido del entorno y el frió serrano que se respira traspasan la pantalla.

Pero la película mezcla sin mayor criterio ideas verdaderamente aprovechables (la cabeza parlante, bien ideada, mal resuelta), tiradas por tierra por un Aured inepto, con modas de la época ejemplificando bien el carácter carroñero y desvergonzadamente “exploit” de gran parte del terror ibérico, desde unos cuantos “zombies” (muy competentemente maquillados, eso si) hasta su gotita de sanguinolencia paleta, con “Perros de paja” todavía calentita.

elespanto19Una pena que un autor genuino como Naschy, poseedor de un corpus conceptual intransferible en su relectura de la mitología del terror desde el prisma de un muy español romanticismo, siempre chocase con todo tipo de limitaciones a la hora de plasmarlo, personificando el problema principal del “fantaterror” español, la total falta de medios derrotando a la buena voluntad.

7 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Eduardo dice:

    A mí personalmente El espanto surge de la tumba me parece una película excelente y uno de los puntales del fantaterror español de los 70. No obstante, deseo mostrar mi malestar por la versión censurada que Tripictures ha lanzado, en la que las escenas están cortadas abruptamente y faltan desnudos femeninos, durando menos el metraje. Me gustaría saber cómo conseguir la versión definitiva, sin censuras.

    1. esbilla dice:

      Desde luego eso que me cuentas de Tripictures tiene delito,sobre todo porque la vesión integra esta comercializada en el extranjero o se puede encontrar por la red sin mucha dificultad. No creo que hacerse con un master en condiciones les costase ni mucho esfuerzo ni mucho dinero, pero esa es otra de las maldiciones que arrastra el fantaterror español, su paupérrima difusión (te recomiendo las ediciones de Filmax qeu al menos son dignas). Más allá de gustos o juicios críticos (a mi esta me parece una película horrible pero igualmente coincido en que industrialmente si es un puntal del género)son pedazos de la historia del cine español e incluso documentos de una mentalidad de un pais en un momento muy determinado de su historia y no se pueden despreciar tan alegremente. En fin…date una vuelta por Vagos,o por Exvagos que creo recordar qeu allí la encontré yo, los trozos rescatados aparecen doblados al inglés, aunque mucho diálogo no es qeu tengan casi todo son escenas de desnudos, eróticas o bien más gráficas en cuanto a casqueria.
      Y agradecido por la discrepancia.

  2. Andaluzz dice:

    Me parece fatal que se critique a directores como Aured o Klimowsky. Serían como fueren, pero Molina era igual de malo (o bueno) que ellos. O «El retorno del hombre lobo» es acaso mejor que «Noche de Walpurgis»??

    Un poco de respeto, que eran todos de la misma hornada.

    1. adrián esbilla dice:

      Naschy como director era tan malo, que no peor porque es practicamente imposibles, que la mayoría de directores con los que le tocó lidir. Pero a diferencia de todos ellos (a excepción de Klimowsky en ciertos momentos)tenía un auténtico fervor y un respeto amoroso por un género (además de buenas ideas, claro, sistematicamente plasmadas de modo deficiente o atrabiliario)al que se entregó totalmente en la medida de sus posibilidades y en un contexto que hizo del dinero rápido y la falta total de escrúpulos su única razón de ser. Esa es la historia auténtica del fantaterror español tres o cuatro dementes empeñándolo todo contra las peores circunstancias. ¿Tenía talento Naschy además de una voluntad indoblegable? Desgraciadamente no.

  3. Completamente de acuerdo, Adrián. Se les admira por ese amor al género que demostraron. Pero de ahí a hacer buenas sus películas. De esta gente, con talentyo, talento: Eugenio Martín y Jorge Grau.
    Klimovsky era un gran profesional y conocía el oficio, como demostró en más de un producto televisivo. Después, de los cochambrosos destacaría a Ossorio. Algunos momentos de su cine tienen un no se qué.
    Se me había escapado en su día esta excelente reseña de unfilm horroroso (que no terrorífico).

    Saludos

    1. adrián esbilla dice:

      «..un film horroroso (que no terrorífico)» Hallazgo léxico/conceptual genial.
      Es una película engrandecida por el tiempo y la nostalgia, pero más allá de su valor histórico, es decir cinematográficamente hablando, ofrece poco o nada.
      Martín era un director tremendo, el más dotado de todos ellos (dejando aparte a Franco que nunca pertenecio y siempre fue «otra cosa», para muy bien y para muy mal) y Grau otro profesional serio. Junto a Isasi (https://esbilla.wordpress.com/category/las-vegas-500-millones/) y Joaquín Romero Marchent los directores de la época que de verdad conseguían exáctamente lo que se les pedía: unos productos que no parecieran españoles sino internacionales y por ende exportables a todo pasto.
      Ossorio, coincido contigo en que tiene algo…un fulgor de talento quizás en medio del lodazal.

  4. Jajaja… a Franco no le he incluído precisamente por eso que dices: «es otra cosa». Pero has hecho bien en recordar al bueno de Isasi, cierto. Aparte de la que reseñas, me gustaría ver la de «El perro». Romero Marchent también otro de los grandes, por supuesto, aunque no recuerdo ahora que haya hecho fantástico.
    Te devuelvo las flores léxicas; lo de «un fulgor de talento…» de Ossorio ha estado pero que muy bien 😉

Replica a adrián esbilla Cancelar la respuesta