«Les hommes entre eux»: El día de la ira. Tonino Valerii, aprendizaje y reflexión entre el eurowestern y el clasicismo americano.


Un film verdaderamente extraordinario y uno de los mejores spaghetti-western producidos en toda Europa, que supone la obra maestra de Tonino Valerii (ya reivindicado aquí con su curioso eurowestern crepuscular y autoconsciente Mi nombre es ninguno y con un curioso giallo como Sumario sangriento de la pequeña Estefanía, un film cuya personalidad nace del contraste entre la sordidez moral de fondo y la pulida forma fílmica que adopta), director personal (y ninguneado) como pocos durante la época y quizás el que más haya sentido el peso de Leone como leyenda (del que además fue colaborador) pese a ser quien más esfuerzo consciente realizó para despegarse de su égida. (Aquí una entrevista a Valerii y a el excelente crítico e historiador Roberto Curti)

Sobre un guión excelente, la historia paterno-filial entre un joven bastardo despreciado e inadaptado y un frío pistolero que le tomará bajo su protección mientras domina un pequeño  pueblo a base de plomo y miedo, Valerii aplica su concepción absolutamente íntima del cine de género (compartida con un aprpar de autores españoles: Joaquín Romero-Marchent y Eugenio Martín) a través de una planificación y una narrativa elegantes y de “linea clara”, triunfando al remitirse principalmente a los clásicos norteamericanos (especialmente la magnífica Cazador de forajidos -1957- de Anthony Mann aunque con diferente sentido dramático y a la escuela “psicológica” en particular, incluso con similitudes italianizadas con la monumental novela de Oakley Hall, Warlock, mediocremente adaptada/simplificada por Edward Dmytryk en El hombre de las pistolas de oro, 1959) y no limitándose a explotar el filón Leone de modo seguidista.

Y lo hace hasta el punto de que El día de la ira se conforma como un gran western a secas, sin apellidos, que de no pertenecer a un momento y unas coordenadas tan particulares estaría considerado como una cumbre, por densidad conceptual, hondura moral y agudeza reflexiva.Además Valerii no desprecia tampoco la estilización y el exceso en la caracterización (deudora de la serie-b, el tebeo y el pulp como ejemplos perfectos de economía de medios expresiva) propios del cine de género italiano, inteligentemente utilizados en detalles como el carácter mítico (del que además se emprende un análisis consciente y profundo) en el propio personaje del hitman (los deliciosamente delirantes duelos, por ejemplo ese que se desarrolla a caballo como si fuera un justa medieval) o en esa pistola perteneciente a Doc Holliday que atesora el muchacho como única herencia y que refleja la importancia icónica de los objetos como componentes de una imaginario ritual esencial en el universo del eurowestern.

Pero la película no pasaría de un modesto intento si lo fiara todo a la trama(mínima y esquemática), el poder real de este trabajo reside en sus sensacionales personajes protagonistas, ambos muy bien interpretados por un dúo absolutamente estelar: Giuliano Gemma saliéndose de su arquetipo, una especie de Burt Lancaster mediterráneo siempre sonriente, atlético y positivo que ensayó para los festivos títulos en los que Duccio Tesari intentó ofrecer una alternativa festiva e inocentemente impoluta a la roña y la brutalización del género. Gemma, en su mejor interpretación, es un maltratado muchacho, que no tiene ni apellido (será Frank Talby quien lo bautice, ungiéndolo así de hombría y dignidad por primera vez) y del que todo el mundo abusa, progresivamente convertido en un febril pistolero por el poder de las armasy por la influencia de su maestro, un Lee Van Cleef que controla la película con su imperturbable y despiadado porte de halcón (sencillamente inolvidable, tanto como su «Coronel Mortimer» de La muerte tenía un precio, que ya es decir).

Es esa relación de maestro/alumno, de padre/hijo, tan típica del western por otra parte, la que dota al film de toda su complejidad (y de un lirismo al que no es ajeno el antológico score de Riz Ortolani) al establecer alrededor de la misma un serie de ideas y reflexiones entorno a la violencia y su uso, el poder, la dicotomía ley/justicia (o más bien “quién” la aplica) y el desencanto, con el componente de madurez y evolución que esto implica (y todo sin pretenciosidad ninguna). Un recorrido de aprendizaje y construcción de la personalidad diseñado cinematográficamente de tal modo que lo planteado durante su primera entorno a los personajes y la visión fascinada que de Talby tiene Scott (y con él nosotros, los espectadores que participamos permanentemente de su percepción subjetiva), es sistemáticamente desmontado durante la segunda, en la que, a la vez, el personaje de Gemma se transforma en el retrato desnudo y grotesco del de Van Cleef y finalmente se da cuenta, al reconocerse a si mismo y a su maestro en esta verdadera imagen sin idealizar, de adonde ha llegado y de que en su mano está terminarlo. Aunque tendrá que ser, paradójicamente, por un acto final de violencia en el que tendrá que aplicar todas las lecciones aprendidas. Hasta la última y sin piedad.

6 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Belén dice:

    ¡Magnífica reseña, amigo! Muy trabajada y con unos excelentes comentarios tanto del director y del film, como de los grandiosos e inolvidables protagonistas. Enhorabuena.

    1. esbilla dice:

      Bienvenida y agradecido a ti por «prestarme» ese enlace. Hay que ser respetuosos con los que te preceden. Por cierto que ya he visto tu admiración por un Giuliano Gemma que aquí está inmenso.

  2. Gran texto, sobre una película harto entrañable y significativa para mí.

    1. esbilla dice:

      Fíjate que buscando cosillas sobra Valerii, di con un par de videos en Yutube de un homenaje en Almería en el que ejerces de traductor. Resulta muy impresionante ver como se emociona tantísimo al comprobar el cariño del público y la valoración de su obra.

  3. Belén dice:

    Sí me gusta mucho Giuliano Gemma. Es él el causante de que me apasione el cine italiano.
    Buscaré en el youtube lo de los vídeos de Valerii. A mí me parece que tiene cara de buena persona.
    Excelente tu blog. Alucino cuán puesto estás en cine…Enhorabuena

    1. esbilla dice:

      Aquí los tienes: http://www.youtube.com/watch?v=16df8EpNLqM

      Carlos le tiene un gran cariño y siempre lo describe como un hombre entrañable y lo mismo vale para Gemma que siempre me ha transmitido un aire de genuina nobleza.

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