«y noté en el fondo un regocijo, me odiaré cerca del animal«
En un sintético pdf que puede leerse completo aquí, Carlos Aguilar va directo a la nuez de la personalidad de Joaquín Romero Marchent dentro de la cosmogonía mundial del western (Ya se sabe que Leone aduce que el western, cine mediante, se convirtió en una mitología universal como lo pueda ser la grecolatina y pro ello cualquier cultura ajena a la estadounidense puede utilizarla o reconfigurarla) con esta agudeza: (…) El sabor de la venganza (1963) y Antes llega la muerte (1964), dos de los mejores westerns jamás rodados por un cineasta español, que personalizan admirablemente la producción genérica, a la par física y psicológica, que durante los años anteriores habían cultivado en Hollywood directores como Anthony Mann, Budd Boetticher, Henry King o Robert Parrish, significando, por ende, un verdadero puente, y bien sustancioso, entre la perspectiva tradicional del género implantada por Hollywood y el Spaghetti Western.
Marchent queda retratado, de manera simultanea, como un eslabón y como una singularidad, no ya en el contexto español, ni siquiera en el del eurocine de la edad de oro de las coproducciones, sino en el del Western como género del cual emerge como personalidad ya que destaca en su contexto industrial, genérico y artístico de manera insólita.
Nuevamente con Aguilar de por medio, en este caso como entrevistador y todo ello recogido en una serie de cortes que pueden verse aquí, el cineasta reflexiona a su cortante manera sobre su idea del western frente al spaghetti-western de Leone (y post-Leone): “Fíjate los criterios donde se cuenta la diferencia entre los westerns italianos y los españoles: El sabor de la venganza; una idea puramente literaria donde no se habla de los que mueren ni de los que disparan, sino de las consecuencias que traen los tiros y los muertos. Y después se dio prioridad al disparo antes de a la consecuencia que tenía. No tiene nada que ver. Yo lo respeto, solo que no tiene nada que ver una cosa con otra. A no ser por el hecho de que todos lleven sombrero las película que yo he hecho son la antítesis, desgraciadamente para mi, quizá, de las películas de Sergio Leone”
Por desgracia ideas de tal claridad y oficio de tanta solidez se topan contra una coyuntura cambiante, unas necesidades nuevas que cubrir, que imponen un viraje de estilo a partir de los años 1965-1966. Todo lo cual concentra el western marchentiano en su forma más depurada en el tríptico compuesto por Tres hombres buenos (1963), un preludio donde aun dependía del armazón de una historia de José Mallorquí, previamente asociados ambos nombres en El Coyote (1955), La justicia del Coyote (1956), La venganza del Zorro (1962) y Cabalgando hacia la muerte (1962) y las ya pulidas El sabor de la venganza (con curiosas concomitancias con el telúrico western mexicano Los hermanos Del Hierro, rodada en 1961 por Ismael Rodríguez) y Antes llega la muerte, sobre las que no me extiendo más ya que pasaron por aquí en su momento.
Tras el breve esplendor Marchent recala en la cinematografía alemana, todavía calientes los éxitos de la Rialto con los entrañable Winnetou y Old Shatterhand adaptados de Karl May para filmar Aventuras del Oeste (1965) para la munichesa Constantin Films. De regreso a Grimaldi, que había actuado a modo de coproductor minorista en al anterior pone en marcha La muerte cumple condena en 1966, recuperando al recurrente Claudio Undari (en arte Robert Hundar) como protagonista. El nulo éxito de un film juzgado como demodé no aparta al director del género, pero lo precipita a una transposición al western de la tragedia de de Eurípides Hippolytus bajo el título de Fedra West, un regreso al universo psicológico, denso y ominoso de El sabor de la venganza pero sin la garra primigenia de aquella. Nuevamente no resulta bien en taquilla y Marchent tardará casi cuatro años en dirigir otra vez. Y será otro western. Más o menos.
Esta última aportación, Condenados a vivir corporeizada finalmente en 1971, difiere tanto del clasicismo trágico de sus trabajos pre-Leone, como del grueso del género tras la venida de este genio. Emparentada tanto con la corriente del dirty western norteamericano en boga desde finales de los 60 gracias a la agreste poética de Sam Peckinpah como con títulos coetáneos tan acres como la memorable Deliverance de John Boorman, se plantea más como un film de aventuras de insólita crudeza, abstraído en cuanto a condición estrictamente genérica, que como un spaghetti-western de cualquier tipo y uso. Se respetan ciertas coordenadas pero el contexto se estiliza hasta quedar como un film-isla, un western solo de nombre. De tal modo brutal está dominada por el pesimismo y tal es la entraña atroz de sus imágenes, comportamientos, psicologías y localizaciones que el film podría vincularse con el más grotesco realismo
español. De tal modo personaliza, entroncándolo con un tradición cercana, un género que el autor abandonaba definitivamente, pero que comprendía y amaba.
En el imprescindible El cine español según sus directores (Antonio Gregori, Cátedra, 2009) se explicaba así sobre Antes llega la muerte, pero sirve para el común de su obra: “En la película cada uno iba con unas miras distintas y ninguno conseguía su meta porque la muerte les le sorprendía antes”. Hay en el western marchentiano un fatalismo genuino, íntimo, que no es pose ni copia de modelos sino convencimiento y pese a que Condenados a vivir, con su estética feista, su violencia cruenta, física y moral con categoría de espanto truculento (el film presenciamos decapitaciones, aplastamientos, cuerpos consumiéndose en llamas, violaciones múltiples, evisceraciones, apuñalamientos…) se aleje de la claridad formal de los trabajos anteriores, de su gustoso clasicismo revisitado, no está, en realidad, alejada del tuétano de su cine del Oeste anterior.
Precisamente esa preocupación por la violencia, aquí emborronada por el fervor del acto violento, aparece perfectamente representada, transmitida más bien, en rostros y tipos, y desde ellos extendida, como una metáfora encarnada, a la geografía montañosa (1) y nevada de un film que no permite agarres, que ataca con fiereza y cuyo influjo se extendió a otras realizaciones como Los 4 del Apocalipsis del sobredimensionado Lucio Fulci. Como señala Patxi Urkijo (Eurowestern, Nosferatu, nº 41-42, Octubre 2002): “Por encima de cualquier otro realizador de westerns mediterráneos, Romero Marchent utilizó la naturaleza hasta elevarla al rango de “personaje” activo. En sus mejores películas consiguió la hazaña de de convertir al geografía en el alter ego existencial de sus protagonistas, como un marco vivo profundamente sentido, convenientemente dramatizado y sabiamente psicologizado”
Los protagonistas de este protosurvival-horror (hace poco señalaba las concomitancias con la reciente cinta australiana Van Diemen´s Land) son una cuerda de presos infames que comienzan como sujetos peligrosos, que se ayudan por necesidad y se exterminan por naturaleza, y termina animalizados. alinea una impagable conjunto de característicos nacionales que incluye nombres mayores como los de Antonio Iranzo, el recurrente José Manuel Martín o un estupendo Manuel Tejada como héroe con secreto y figura falsamente positiva que termina siendo la única protección, inservible, para una guapísima Emma Cohen en el centro mismo de la maldad. También papeles episódicos para, por ejemplo, el gran Xan Das Bolas como patriarca de una atrabiliaria familia de salteadores de caminos. Conformando todos ellos un film de nuevo colectivo, como era Antes llega la muerte, pero que ha alcanzado un grado de nihilismo, o de lucidez, que lo convierten en pesadilla con formato de relato aventurero apocalíptico, vigorosamente narrado y filmado a hachazos de reencuadre visceral.
Condenados a Vivir (Cut-Throats Nine)
Director: Joaquín Romero Marchent
1972
España
90 min.
Fotografía: Luis Cuadrado
Música: Carmelo Bernaola
Montaje: Mercedes Alonso
Guión: Joaquín Luis Romero Marchent y Santiago Moncada
Reparto: Claudio Undari (Robert Hundar), Emma Cohen, Alberto Dalbés, Antonio Iranzo, Manuel Tejada, Ricardo Díaz, José Manuel Martín, Carlos Romero Marchent, Xan das Bolas, Mabel Karr
(1) Existe cierta divergencia con respecto al lugar de rodaje. Mientras que algunas bases de datos (IMDB, por ejemplo) señalan Huesca y el Pirineo aragonés como localización o un extracto del N° 1173 a 9 de abril de 1971 de Fotogramas, dentro de su sección Se Rueda indica los Vales de Arán y Ordesa,el propio Marchent refiere los Picos de Europa a Carlos Aguilar como escenario y así se recoge también en la revista Noseferatu.
Curiosamente también miré recientemente algunas pelis producidas por eses hermanos. «Condenados a vivir» con toda su atmosférica gélida es muy interesante, sin duda.
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Pedro Pereira
http://por-um-punhado-de-euros.blogspot.com
http://auto-cadaver.posterous.com
Muy original, desde luego. Me alegra que descubras a Marchent, era un director sensacional.
Mi favorita entre las aportaciones españolas al eurowestern, aunque, tal y como señalas, no sea un western propiamente dicho, sino más bien una película de supervivencia.
Una propuesta bastante original y sorprendente por su salvajismo, con una historia con mucho gancho y un interesante desarrollo de personajes.
Para mí, lo único que le impide ser un referente como película de culto es el abrupto final, que da la impresión improvisación al no saber rematar la historia y que resulta un tanto decepcionante.
Por cierto, hace tiempo, en la ficha de IMDB de Mads Mikkelsen salía que iba a participar en el remake americano de Cut-Throats Nine (título americano de Condenados a Vivir) e incluso le adjudicaban el personaje de Hundar. Esa información ya no está, así que imagino que es un proyecto cancelado. ¿Alguien ha oído algo de ese proyecto? La verdad es que me sorprendió que se vaya a realizar un remake actual de esta película española, eso quiere decir que debió tener cierta proyección en su momento y no deja de ser otro reconocimiento a esta magnífica obra.
La idea del remake existir, existía, allí estaba metido Dan Van Husen, quien también tiene una pequeña aparición en esta de Marchent, pero al parecer al cosa no va para adelante o al menos no con aquel casting donde también figuraba Harvey Keitel.
La película es y fue pieza de culto (y de no poco éxito) en los USA. El tiempo la está beneficiando y cada vez parece más compacta y poderosa pese a recursos tan feos como el zoom usados a mansalva. Es y era extraña, insólita, por una violencia que no resulta gratuita sino desesperada, aterradora.
Pues si se hubiera realizado el remake, si no me equivoco sería la primera vez que un eurowestern fuera versionado por los americanos (aunque creo que la productora es canadiense, así que igual no cuenta).
Los yankees siempre fueron muy condescendientes hacia el SW debido a que lo consideraban un género propio suyo y afirmaban que los europeos no podían hacerlo con corrección. ¿Existe algún western hecho fuera de EEUU que haya sido versionado por ellos posteriormente?
No que yo sepa, desde luego. pero bien que rodaron en su día westerns a «la moda spaghetti».
A ese respecto, Adrián, hay por ahí un espanto llamado «Captain Apache» que, como no te pille psicotrónico, no resiste un visionado de cinco minutos…
Ahí sale Lee Van Cleef en plan pecho lobo.
Condenados a vivir, te acuerdas que te pregunté por ella después de descubrirla asombrado, no pensaba que se hacian «cosas de esas por aquí»
Saluti e buone auguri
Recuerdo, recuerdo. Marchent era insólito en si mismo. Y esta película más.
No he visto ésta. Sólo «Antes llega la muerte», que me sorprendió muchísimo. Para bien, claro. Por aquí tengo «El sabor de la venganza», a la que debo un visionado desde hace tiempo. También «La muerte cumple condena» es bastante popular. Y mención aparte «Curro Jiménez» (que vi en una de sus reposiciones). Menos mal que hay gente que reivindica a Marchent.
Parece que en «Condenados…» Manuel Tejada, que es un secundario en otros westerns, tenga más protagonismo. Qué desaprovechados hemos tenido a actores como éste…
De «El día de la ira» también querían hacer remake. Afortunadamente tampoco salió adelante y queda la de Tonio Valerii como única e ¡insustituible!.
Pues «El día de la ira» me parece uno de los SW con mejor guión. Creo que un remake con más medios y puliendo algunos detallitos un tanto «bizarros» de la original tendría su gracia.
No digo que la fuera a superar (misión casi imposible), pero sería buen material para un remake. Eso sí, les iba a costar encontrar una pareja con tanto carisma y química como Temma y Van Cleef.
Una vez leí por ahí que «El día…» fue una de las inspiraciones de Lucas para los personajes de Luke y Obi Wan, pero desconozco si es una anécdota auténtica o una suposición.
Sería de los más remakeables, desde luego. Más que nada porque ya era un western clásico en su momento.
He estado «trasteando» en los libros de Carlos Aguilar ( libro-entrevista de Giuliano Gemma) y el de Roberto Curti ( sobre Tonino Valerii, apartado «El día de la ira»), así como en un artículo que escribió el propio Giuliano en el que nombra lo del remake, y no he encontrado nada de esto que dices de George Lucas. Supongo que alguno de ellos lo habría comentado de ser así, pero bueno, eso no impide que, sin ser «oficial», sirviera de inspiración para Lucas. No sé.
Pues me he puesto a indagar por internet, Belén, y por un momento he llegado a pensar que con lo de la relación Lucas – «Día de la ira» me había equivocado, pues no recuerdo dónde lo leí. Pero al final sí que debe ser un rumor con cierta entidad porque aquí hay dos sitios que lo mencionan:
http://www.spaghetti-western.net/index.php/Day_of_Anger_review
http://por-um-punhado-de-euros.blogspot.com/2009/07/i-giorni-dellira-1967-realizador-tonino.html
Pero vamos, no parece fundarse en nada más que el hecho de que al parecer Lucas reconocía ser fan del Spaghetti Western y hay gente que ve paralelismos entre ambas obras. No creo que haya ningún tipo de reconocimiento oficial y tampoco es que no sean ideas muy universales las que comparten. Aunque otro rumor es que Booba Fett estaba inspirado en «El hombre sin nombre» de Eastwood, así que igual sí que le molaba el SW a Lucas.
Sigo con el off-topic, ya que Adrián nos ha dado carta blanca:
Adrián, aquí tienes evidencias de que Booba Fett fue en parte un homenaje a Eastwood:
http://bobafettanalysis.blogspot.com/2010/12/caped-crusaders.html
Dado que ambos personajes eran cazarrecompensas, está claro que quisieron homenajear al hombre sin nombre, No digo que el personaje sea igual (Fett es poco más que un figurante sobredimensionado), pero sí creo que es un guiño claro. Es más, el propio actor ha declarado que tenía a Eastwood en mente para interpretar a Fett.
Belén, «De hombre a hombre» es otro peliculón que como bien dices comparte relación viejo maestro/talentoso joven. Pero, curiosamente, creo que es justo la otra cara de la moneda de «El día de la ira»:
En «El día…» tenemos a un aparente maestro benévolo que quiere tutelar a el joven y luego descubrimos que es un canalla que sólo quiere aprovecharse de él, avocando al joven a convertirse en alguien tan malvado como él.
En «De hombre a hombre» es justo lo contrario. Un hombre aparentemente malo que por culpabilidad trata de apartar al joven talentoso de su camino de venganza.
Curiosamente, ambos interpretados por Van Cleef, que cuando se ponía no era para nada tan mal actor como lo pintan.
Bueno, Khonshu. Nada que objetarte a lo de las influencias, máxime si Lucas era fan del spaghetti western. La primera página que has enlazado es la de Pedro Pereira, que ha hecho el primer comentario a esta entrada. Como dice el artículo del segundo enlace, además es la típica historia clásica del alumno que se enfrenta (o supera) al maestro o el hijo al padre, etc… Historia que atrae muchísimo aunque sea harto conocida. Y no me voy a extender más porque la entrada no era de «El día de la ira», y me sabe mal llenar esto. De hecho, hay otra entrada en este blog del film de Valerii muy interesante (te la recomiendo). Y gracias por los enlaces, claro.
Llene ustedes, llenen. Esto es open range total, es decir territorio libre.
El paralelismo lo veo un poco pillado por los pelos (y el de Booba Fett ni te cuento), más que nada por lo típico de la historia. Todo un clásico del relato de aventuras/aprendizaje, como dice Belén. Y en particual con muchas similitudes con la estupenda The Tin Star de Anthony Mann. Una joya con Anthony Perkins y Henry Fonda todavía menos valorada de lo que merece.
¡Huy! Que me he equivocado. Es el segundo enlace de Khonshu el de Pedro Pereira. Es que miré ése primero porque el artículo ya lo conocía, pero no recordaba ese detalle.
Además «El día de la ira» está basado en una novela que Ernesto Gastaldi adaptó, aunque parece que ligeramente.
«Cazador de forajidos», qué buena. Añadiría «De hombre a hombre» también con Lee Van Cleef. Pero hay más, seguro, con el mismo tema, porque conecta mucho con el público.
Bueno, Khonshu, como te dije antes, puede que haya influenciado, aunque tampoco lo veo tan claro. En cuanto a lo de las dos películas de Lee Van Cleef, pienso que son, simplemente, una variante del mismo conflicto.
Adrián, por lo que veo ha aparecido una buena copia de esta película. ¿Es «rastreable»?
Supongo que si, las capturas pertenecen a una edición en dvd creo que Alemana. La versión que yo tengo es más ratonera.
Merci.
Mira en Por um punhado de euros hablaron de un edición en dvd. La sacó Wild East, pero juraría que edición alemana también ha habido:
http://por-um-punhado-de-euros.blogspot.com/2011/06/fora-de-topico-lancamento-condenados.html
Por cierto, ahora que reviso los comentarios, creo recordar que Capitán Apache era de producción británica, no americana.
No sabría decir. Las cosa donde andaba metido Philip Yordan siempre eran muy raras.