Belfast después de medianoche: ’71

http://www.asturias24.es/secciones/critica-de-cine-1/noticias/71-chicos-palidos-para-la-maquina/1422485077

 

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A la deriva en un Belfast en noir expresionista, James Mason se desangraba en 1947. Larga es la noche, romántica y angulosa, contaba la noche de pesadilla de un miembro del IRA, herido tras un atraco frustrado. Gary Hook, el soldado protagonista de ’71 vive una experiencia análoga; otra noche de pesadilla en otro Belfast expresionista, como si las películas de terror las pusieran en los informativos. ’71 habla, también y en especial en su inicio, de cómo el cine de época ya no es “de época”; es (o puede ser) tan inmediato y urgente como si se hubiese registrado hoy; o en 1971.

Al final, es cierto, esta sensación se diluye en los cómodos mecanismos y lógicas de thrillers, también en sus necesidades; un espacio donde uno tiene más fácil agarrarse que la extraña abstracción anterior, tan vívida en su imaginería de la violencia. Y así y todo, cuando al final truena y relampaguea sobre Belfast y la catedral se ilumina en plano general, permanece el terror. El mismo de las calles agujereadas por mil tipos distintos de boquetes. La violencia afecta a todos, no hay márgenes donde esconderse. No hay refugio para esta tormenta de fuego y humo y de oscuridad, de bombas y cristales y gritos y silencio. Belfast como intrincada geografía inhóspita: un espacio en proceso de violenta disolución hacia la noche.

El protagonista de ’71 es uno de esos buenos chicos de la armada de Oliver sobre la cual cantaba Elvis Costello en 1979; otro momento álgido de lo que en el Reino Unido llaman eufemísticamente «los problemas”. Llega con la cara limpia a un frente sucio y la agresión va en escalada: un globo con orín, una piedra, un puño, una bala. Y después todo es caos y huida. Todo es sobrevivir y entender por las malas.

A partir del incidente central que pone el drama en marcha, el soldado perdido tras las líneas enemigas, este se atomiza. Todas las personas con las cuales se cruzan o aquellas que le buscan permiten abrir el punto de vista narrativo, articulando una película simultáneamente fantasmagórica y realista. Son breves y directas, sin demasiado tiempo para desarrollarlas, ni tampoco a los personajes que en un buen uso de la economía de la serie B quedan sustentados en la psicología y la narración del distintivo rostro de los característicos que los encarnan. Son las facciones de un drama general de facciones enfrentadas y aliadas, o atrapadas en medio: el IRA, el IRA provisional, el brutal Royal Ulster Constabulary, los paramilitares orangistas, el Ejército, la Inteligencia, los civiles….Guerra sucia y estrategias de la tensión. La Europa del plomo.

2 Comentarios Agrega el tuyo

  1. John Space dice:

    La infancia de Garth Ennis.

    1. Así quedó el hombre…

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