Ensoñación cinéfila que pretende una imposible mixtura de estilización esteticista del cine gangsteril de los 30, declaración de amor al musical filtrado por el experimentalismo técnico y la visión intelectualizada ya ensayada en Corazonada y melodrama kitsch metatextual. El resultado es tan encantador como deslavazado y narrativamente cojo (por momentos aparenta casi la parodia…