Hace tiempo, en una reseña steampunk que acogía La cámara de los horrores de Hy Aberback y el simpático pastiche londoniano El club de los asesinos, tuve el mal gusto de llamar a Dearden oficinista de la cámara (…) firme artesano del cine británico de posguerra. Evidentemente aquello era producto de una ignorancia parcial y…