«Contando hacia la nada»: Carlos Aguilar busca a Jesús Franco. Una charla.

Poco hay que decir por que lo interesante viene debajo y no es cuestión de repetirse. La esperada colisión entre el universo particularísimo de Jesús Franco y el nervio no menos particular de Carlos Aguilar se soluciona con un libro nacido clásico y desafiante en su heterodóxia. Lúcido y crudo, penetrante y amargo. Escrito casi en clave detectivesca, un relato adictivo que se se lee solo y de paso aclara muchas cosas sobre el cine, la figura y «los tiempos» de Jesús Franco en un conjunto simultáneamente categórico, es decir, perfecto en si mismo, y abierto a profundizaciones. Una plaza bifurcada en mil nuevos caminos. Con el músculo sintético funcionando a plena potencia, se condensa en 300 páginas la rabiosa realidad de un autor insólito por la  fuerza de las circunstancias y por la convicción de serlo. Ahora la charla:

Howard Vernon y María Silva en "Gritos en la noche" (1961)

Lo primero, gracias por arriesgarte a volver, y gracias dobles por hacerlo con semejante pan bajo el brazo.

Me gusta tanto tu blog, disfruté tanto con tu entrevista anterior, fue tan estimulante para mi cabeza responderte, que… ¡no podía negarme!.

Ya lo has explicado pero vas a tener que volver a hacerlo ¿Cómo nace este regreso a Franco que, creo tiene su origen tanto en aquel libro que hiciste en Italia como a cierto clima de “petición popular”?

Verás, efectivamente mucha gente me sugería que lo escribiera, gente conocida de siempre o que acababan de presentarme incluso, argumentando que era vergonzoso que en España no existiese un libro sobre un director español sobre el cual los había publicados en Alemania, Francia, Italia e incluso Japón. Ciertamente, yo era posiblemente la persona adecuada, por los conocimientos al respecto acumulados a lo largo de muchos años, tanto por el visionado de las películas como por haber formado parte del equipo de Jesús. Por añadidura, el libro que publiqué en Italia era básicamente visual, el texto era parco, y además apareció hace ya once años. Mi mujer, Anita Haas, que como sabes también es escritora y con la cual había publicado sendos libros sobre Eugenio Martín y John Phillip Law, terminó de animarme, diciéndome, más o menos, “Es un libro necesario, tú eres la persona indicada, ¿por qué sigues dudando?” y añadió en inglés, ya que es canadiense, “Just Do It!”. Por lo cual, planteé el

Escudado por el actor Jack Taylor y por el responsable de Cátedra Raúl García durante la presentación del libro del el cine Doré

proyecto en Cátedra, apenas aparecer la segunda edición ampliada de mi libro sobre Clint Eastwood, y a ellos les pareció muy oportuno incorporar a Jesús en la colección. Acto seguido, firmamos el contrato y me puse a ello.

Alguna cara torcida por el hecho de ver alguien como Jesús Franco en una colección como Cineastas de Cátedra?

No la he visto personalmente, pero algo he leído en ese sentido en un blog. Lo lamento, para mí reaccionar así delata cortedad de miras, porque escribir sobre Jesús Franco implica una aportación bibliográfica tan considerable e interesante, a su manera, como lo son otras, a la suya. En caso contrario, ni yo habría escrito el libro ni Cátedra lo habría publicado, por supuesto.

Toca también aclarar otro punto antes de empezar en serio: no hay carnaza.

Si te refieres a que no hablo de mi larga y, si se quiere, tortuosa relación personal con Jesús a lo largo de los años, así es. Se debe a que este libro es un ensayo sobre Jesús Franco, para la colección específica “Cineastas”, no la crónica de los vaivenes de nuestra relación, un planteamiento que tendría cabida en todo caso en una autobiografía. Por eso, decidí afrontar el tema con la mayor imparcialidad y ecuanimidad posibles, por respeto al lector y a Cátedra. Ni siquiera me menciono a mí mismo, salvo en dos ocasiones concretas, al ser ineludibles (cuando organicé el ciclo sobre Jesús en Filmoteca Española en 1994, y los rasgos suyos, no pocos pero tampoco tantos, que incorporé en el protagonista de mi novela Nueve colores sangra la luna). Lo que no he apartado es la enorme y diversa cantidad de información privilegiada que fui reuniendo a lo largo de muchos años gracias a la amistad entablada con gente importantísima en la vida y obra de Jesús, sería estúpido no haberlo aprovechado, implicaría malgastar la ocasión única de incorporarlo en un libro. Gente estupenda, de absoluta fiabilidad en sus declaraciones y confidencias, al contrario por cierto que Jesús, que miente como respira. Entre esta gente, destacan varios que ya no están entre nosotros, como el actor Howard Vernon, el director de fotografía Manuel Merino, el director de producción Karl-Heinz Mannchen y el realizador León Klimovsky. Y entre los que siguen vivos, están el realizador Joaquín Romero Marchent, el actor Dan Van Husen y el crítico y guionista Juan Cobos. Más algunos otros, en inferior nivel (actores como Rafael Hernández y William Berger, el gran Miguel Marías, etc).

Con Karl-Heinz Mannchen, Jesús Franco, y León Klimovsky en la Filmoteca en 1993

Jesús Franco fue una gran influencia en tu, por decirlo de modo cursi, evolución personal.

Lo reconozco, y jamás lo negaré. Desde el especial impacto íntimo que me provocaron las primeras películas suyas que vi en la adolescencia, en copias cochambrosas por añadidura cortadas, hasta la amistad que surgió entre nosotros a inicios de los años 80, la influencia de Jesús Franco en mi vida y obra ha sido fortísima. ¡Me gustaría ser capaz de determinar hasta qué punto positiva y hasta qué punto negativa!. Bromas aparte, aunque no lo era, precisamente por eso escribir este libro ha supuesto para mí una labor de gran intensidad personal, en cierto modo de diálogo conmigo mismo, puesto que yo desalmado o aséptico no soy, al contrario. Por ende, no puedo escribir sobre Jesús con el mismo espíritu con que he escrito sobre Clint Eastwood, pongamos por caso. Pero, por decirlo también de modo cursi, era un libro que me debía a mí mismo, pues el que publiqué sobre él en Italia repito que se quedaba muy corto, en todos los sentidos. Aunque tengo mucho cariño por ese Jess Franco. El sexo del horror, que conste.

"Miss Muerte" (1965): Marcelo Arroita-Jáuregui en manos de Estella Blain.

¿Compartís Jesús y tú cierta sensibilidad estética?

Compartíamos un montón de cosas, quizá demasiadas. Entre ellas, por supuesto, se encuentra la que apuntas, bifurcada en diversas vías.

En este sentido personal, supongo que el libro habrá sido doloroso por la cruda decadencia del personaje en todos lo niveles.

Pues sí, ya te digo. Escribir los capítulos finales me resultó no ya penoso, sino hasta desagradable. Pero había que hacerlo. Lo que no puede hacer un historiador cinematográfico, y repito que el libro está planteado desde tal perspectiva al cien por cien, es tergiversar o dulcificar las realidades para defender lo indefendible.

Una idea especialmente lúcida que expones es la de que cuando Franco quiso volver o tuvo la oportunidad de volver a rodar en condiciones ya no sabía hacerlo. Había perdido el músculo de no ejercerlo. ¿Cuándo se extravió?

Sí, esto que apuntas es particularmente triste y harto evidente.  Empieza a suceder en su cine hacia 1974.

Desde luego su cine de los 60 anuncia a un cineasta que nunca fue.

Ya lo creo. Un director que a los 30 años hace La reina del Tabarin y a los 31 Gritos en la noche sin duda reúne condiciones para ser uno de los grandes. Sin embargo, mira…

El hombre-cámara

Según explicas tiene una compulsión por rodar que empuja obligatoriamente a un cine de fragmentos.

Exacto. Mejor dicho, se vuelca en unas escenas, pero se abandona en otras. Por eso incluso sus mejores películas son irregulares.

Igualmente el sentido del erotismo es otra clave en al construcción de un universo personalísimo y obsesivamente interconectado, basado en muchos aspectos en al repetición de formas, motivos, esquemas…Monomaníaco, como bien dices.

Efectivamente. Ya se detecta en sus primeras películas, aunque no esté en primer término, y la Censurafranquista acechara. 

¿Llega lo “franquiano” a fagocitar lo “sadiano”? ¿Se puede hablar con propiedad de un erotismo genuinamente suyo?

No hay nada genuinamente de Jesús Franco, él combina múltiples influencias y las personaliza. ¡En Jesús Franco, lo único original es él!

Y luego está el jazz, claro. Siempre me ha parecido un director que hace cine como si hiciera música. Incluso en un sentido íntimo, egoísta casi.

Por ahí van los tiros. Lo que ocurre es que también esa particularidad se degrada en su obra, a la vez que las demás.

Resulta de gran importancia tú valoración de otro par de elementos que no suelen tenerse tanto en cuanta: la comedia y el melodrama, cuando no directamente el folletín.

Sí. El sentido del humor de Jesús, a la vez erudito y chorra, unas veces explícito y otras sutil, es fundamental en su obra. Así como el factor melodramático, aunque éste en inferior medida.

¿Es Franco un posmoderno antes de lo posmoderno?

En cierto modo. Enfocando su obra cual reciclado personal de unos materiales previos que acaso no den más de sí.

¿Ese abrazar la improvisación viene de la querencia por esos lenguajes o se mezcla de forma fatal con las necesidades trapisondistas del cinema bis de la época?

Más bien lo segundo. Pero sin descartar la propia personalidad de Jesús, que le impele a funcionar así. Es un hombre nervioso, inquieto, hiperactivo, con poca capacidad, o nula, para la reflexión, para la elaboración. Con tal de no parar, prefiere rodar algo mal que detenerse a pensar cómo podría rodarse bien. Esto conviene especialmente a esas “necesidades trapisondistas” que mentas, porque abarata enormemente la filmación.

La mirada sobre la Europa de las coproducciones donde se movió Franco resulta casi más sórdida que entrañable.

Lo sé, pero era inevitable. Los cinéfilos, no digamos ya los freaks, tienen realmente mitificada la SerieB, como sistema de trabajo, y a sus artífices, como profesionales emblemáticos admirables por sistema. Ignoran que pertenecer a ese mundillo y participar en ese cine no era el simpático cachondeo que ellos piensan, sino una labor ingrata y extenuante, desquiciante sobre todo, que por lo común tenía lugar entre granujas e infelices. Y te lo digo yo, que crecí a la sombra de ese tipo de cine, e incluso le debo la base de mi cinefilia. Pero es que también procuré que este libro significara algo más que un libro sobre Jesús Franco, al reflejar unas épocas y unos contextos de las que apenas hay bibliografía en español, y cuyas propiedades, en todos los sentidos, son inconcebibles para los cinéfilos jóvenes, actuales.

En un momento de su carrera, mediados de los 70 pongamos, todo se vuelve un carrusel de engaños, prácticas dudosísimas, rodajes solapados, encadenados, inexistentes… ¿Cómo se mantuvo vivo en medio de aquella industria primero agonizante y luego cadáver?

Pues porque Jesús es listo y muy trabajador, por un lado, y sabe ser simpático y envolvente, por otro. Su capacidad de maniobra surge de la combinación de estas virtudes.

Volviendo al libro; es un ejercicio de síntesis impresionante.

Muchas gracias. Sucede, por un lado, que con los años me he ido volviendo progresivamente sintético respecto a estilo, tanto en los ensayos como en las novelas. Añade que debía resumir la increíble actividad ininterrumpida de una persona a lo largo de más de cincuenta años, clarificando toda clase de cuestiones… Convenía pues estilizar el trabajo, pero sin dejar fuera nada fundamental ni interesante. Además te confieso que, como autor, si algo me espanta es la posibilidad de aburrir al lector. Yo me he aburrido mucho leyendo libros de cine, y sigo haciéndolo, también por eso me aterra que alguien pueda aburrirse con uno mío. Asimismo, siempre he pensado que “breve” no es necesariamente sinónimo de “superficial”. En absoluto. Se puede decir lo que se debe decir, sin palabras añadidas ni rodeos superfluos. La prolijidad, la farragosidad, cada vez me fastidian más, y si un libro es sintético y está bien escrito despliega una fuerza especial. Me encanta la máxima “menos es más”.

¿Hay cierta intención de arrancar de las garras de sus admiradores?

Pues un poco sí, la verdad. Un poco por snobismo inconsecuente, un mucho por freakerio puro y duro, a Jesús se le ha mitificado en forma insensata en los últimos años, sobre todo desde que existe Internet, y a menudo con el soporte de sus propias trolas, que son continuas y de todo tipo. Por eso, he trabajado para poner las cosas en su sitio, ya que las conozco de verdad. Es decir, he procurado establecer una base historiográficamente correcta, cuando menos, a partir de la cual valorar las películas con la autoridad que me confiere el conocimiento de causa, respecto a la obra, autor y contexto.

Con Jesús Franco se da una circunstancia insólita (una entre muchas), que reflejas a través del libro. Era algo así como un “cineasta entre coyunturas”. Es decir, su cine era imposible en aquella España y a la vez su cine solo era posible en aquella Europa.

Justamente. Él se percató, y se sirvió de tal interferencia para no soltar la cámara por nada ni nadie.

Él tenía unos vínculos muy fuertes con lo mejorcito del cine español de la época y se había movido mucho profesionalmente pero ni así se libró de ser machacado por como dice su sobrino Ricardo Franco, “una panda de frustrados repugnantes, de burócratas pervertidos”

Sucede que la propuesta (formal, estética, ideológica, genérica… en todos los frentes y niveles) que Jesús brindaba a finales de los años 50-primeros 60 era demasiado particular y chirriante para que el cine español de la época pudiera asumirla tal cual. Todos esos palos y rechazos que sufrió al empezar le quemaron mucho, pero al mismo tiempo lo envalentonaron y reafirmaron.

Nuevamente reaparece en este libro la importancia capital de las citas, todas exactas, resúmenes perfectos de cada capítulo que encabezan.

Muchas gracias. Están elegidas con todo cuidado, entre las muchas que barajé, sin repetir de nadie, salvo del propio Jesús, para abrir y cerrar. Me encanta comenzar así los capítulos, tiene fuerza y gracia, y emplaza bien al lector.

Lo mismo para la formidable galería de imágenes, con presencia destacada para amigos y admirados.

Gracias nuevamente. Compaginé imágenes ya un tanto vistas, pero que no podían faltar al ser emblemáticas, con otras absolutamente inéditas, que significaran genuina aportación gráfica. En este sentido, me serví de mi propio archivo, y todavía en mayor medida de la altruista e inapreciable colaboración de mi gran amigo Javier G. Romero, el editor de Quatermass y responsable cardinal de los dos libros que he escrito con mi mujer, John Phillip Law. Diabolik Angel y Eugenio Martín. Un autor para todos los géneros. En cuanto a la gente que aparece en las fotos, el criterio era incluir a toda la posible, haciendo hincapié en la más admirada, como bien dices, y sin repetir excesivamente con nadie. Salvo Soledad Miranda, claro, no faltaría más!

Hay que detenerse en ella. En no pocos aspectos me parece que su muerte divide el cine de Franco, desde luego una enorme porción de encantamiento se desvanece.

Espejismos de Soledad: Montserrat Prous en "Diario íntimo de una ninfómana" (1972)

Durante un tiempo parece empeñado en resucitarla mediante una serie de actrices como Genevieve Deloir o Montserrat Prous, que tienen un algo de dobles escalofriantes.

Ya lo creo. Jesús con ellas parecía James Stewart con Kim Novak en De entre los muertos!

Luego encuentra a Lina Romay…no sale bien parada en el libro. Su erotismo frontal es opuesto por completo al de Soledad Miranda. ¿Muere la sofisticación sexual con ella?

Obviamente.

Todo el libro se lee como una novela, más incluso como una historia detectivesca alrededor del “enigma Franco” ¿Están el Aguilar ensayista y el novelista definitivamente fusionados?

Pienso que sí. Al menos, ése fue un poco el planteamiento, aunque quizá no del todo consciente por mi parte. En cualquier caso, concebí el libro efectivamente como una historia, en cuanto a estilo, antes que como un ensayo. Por consiguiente, se trataba de atrapar al lector en el primer párrafo y de no soltarlo hasta el último, como si se tratara de una trama efectivamente detectivesca, o de una fábula. Jugando, así, con el lenguaje novelístico, en cuanto a tono, espíritu, cambios de ritmo, sentido narrativo… De lo que yo siempre huyo en mis libros es del academicismo, la pedantería, la pomposidad. Porque son planteamientos que no invitan a la lectura, sino a tirar el libro por la ventana apenas lo empiezas. Además, en caso de que realmente lo acabes, lo olvidas al día siguiente, porque no te deja ningún sedimento. A no caer en este defecto me ayuda no sólo mi faceta de novelista sino también el espíritu de síntesis que comentábamos antes, para adquirir el cual ha sido inapreciable mi labor durante tantos años en la Guía del Cine, o sea el hábito de comprimir en pocas líneas elocuentes la valoración de miles de películas de toda índole.

Junto al actor y director Ricardo Palacios, uno de los múltiples testigos.

El personaje es, de por sí, increíblemente literario.

Ya lo creo. Y te digo una cosa, podría haber acentuado ese aspecto,  extenderme en lo increíblemente novelesca que ha sido la vida de Jesús, rebotando de acá para allá, liando a unos y otros. Pero si hubiera entrado en tales detalles, igual los lectores ni os lo hubierais creído!

¿Sabes si Jesús lo ha leído? En cualquier caso el libro transpira respeto, admiración, que no adoración, y honestidad.

Pues no lo sé, francamente. Estoy de acuerdo que las características cardinales de mi libro son el respeto, la admiración y la honestidad. Es más, sin ellas como premisa, no habría sido posible escribirlo, sería un panegírico freak, y de eso soy incapaz, porque no me lo creería ni yo. Amén de hubiera supuesto una falta de respeto a una editorial como Cátedra, y al tipo de lector que me interesa; es decir, el cinéfilo sensible e inteligente, jamás el descerebrado ni el pedante, citando los dos extremos del abanico.

Lina Romay en "Die Sklavinnen" (1975)

El libro se cierra con un doble final entre lo lúcido y lo melancólico, entre lo que fue y lo que fue y lo que se perdió que resume tanto el libro como al cineasta.

Sí, ése era el tono que perseguía. Por consiguiente, me pareció de lo más oportuno incluir esas citas de Joaquín Romero Marchent y Ricardo Franco. Además, proceden de publicaciones actualmente imposibles de encontrar, al igual que la mayor parte del resto de las citas incluidas. También me guié de este criterio para seleccionarlas, de forma que en este libro tuvieran una especie de segunda vida, llegaran a gente que ya no puede adquirir las obras originales, por estar agotadas.

Acabemos nosotros también.

Ante todo, agradeciéndote el interés. Y luego, ya por mi parte, añadiendo que tengo la esperanza de que tanto tiempo de dedicación a este libro, y tan ardua implicación moral al escribirlo, hayan cuajado en mi objetivo. Es decir, en que exista la obra que justifica Jesús Franco, a la altura de la editorial Cátedra y de lo que merece el cinéfilo verdadero, con criterio amplio y mente abierta. 

42 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Mañana mismo a la saca, que en la FNAC está tirado de precio. Magnífica charla por cierto… más sintética que la última vez y con un formato aún menos de entrevista, si cabe, y mucho más de diálogo. Celebro la óptica con la que se examina a Franco porque, si con algo me quedo de la entrevista, es con esto: «Los cinéfilos, no digamos ya los freaks, tienen realmente mitificada la Serie B, como sistema de trabajo, y a sus artífices, como profesionales emblemáticos admirables por sistema. Ignoran que pertenecer a ese mundillo y participar en ese cine no era el simpático cachondeo que ellos piensan, sino una labor ingrata y extenuante, desquiciante sobre todo, que por lo común tenía lugar entre granujas e infelices». Que básicamente se resumiría en que el freak es el nuevo snob.

    Una gran verdad también, por cierto, lo de que en las biografías se aprecia la síntesis y la prosa cercana, entre el ensayo y la novela, que da la impresión de que aprendes mientras te narran algo en lugar de exponértelo. Siempre digo que la mejor biografía que he leído en la vida es la de Fouché, de Stefan Zweig, y tiene precisamente esas mismas características.

    Poco más que decir aparte de que me acordé de ti, Adrián, cuando hace unos días le leí a Aguilar una entrevista en otro blog de cine más generalista y menos competente que éste. Concretamente a propósito de esto: «Predomina lo malo […] pero también ha surgido gente válida, que está aportando textos interesantes, e incluso rellenando huecos». Intuí que uno de esos últimos eras tú. Un saludo.

    1. Yo también leí esa entrevista y no negaré que oí campanas.

      Por cierto que el párrafo que destacas también lo ha copiado punto por punto Raúl Acín en el enlace que he dejado en el Facebook. Creo que es una perla y una verdad demoledora.

      Esta vez a salido todo a la primera toma. Muy directo, incluso quitando alguna cosilla para no reiterar y hacerlo todavía más espontaneo. Nos gustó y así quedó. Creo que transmite un entendimiento curioso.

      ¡Y gracias por twittearlo!

      1. Era lo mínimo después de lo buena que es la charla. La frase, efectivamente, demoledora. Y se nita que ha salido entera en la primera toma porque es muy suelta y dinámica… una gozada. Y van…

  2. paco bas dice:

    Pero entonces este libro es una biografia y profundiza ademas en lo mejor y en lo peor del cine de Jesús Franco, bueno yo leí memorias del tío Jess que el mismo escribió me gustó pero habla bien poco de sus películas, y comenta sobre capítulos de su vida bastante interesantes. Habrá que leerse los 2 libros para contrastar, no defiendo todo lo que ha hecho Jesús Franco realmente ha hecho muy malas películas, pero tiene algunas realmente buenas y no me parece un tipo deshonesto. Y eso que aún me estoy recuperando de su última película Paula-paula, que parece una peli amateur o más bien video-arte

    1. El libro merece mucho, mucho la pena. No es una biografía, es otra cosa.

  3. Juan Manuel dice:

    Vaya preguntas y vaya respuestas. Una entrevista genial, muy ilustrativa. Para un libro que es justo eso, genial e ilustrativo. Yo ya lo he leído dos veces. Es apasionante, extraordinario. El texto es increíble, las citas y notas fantásticas. No hay nada comparable, y sólo lo podía escribir Aguilar. Qué falta hacía!!! Ya es un clásico, ya es de culto. Gracias por esta entrevista, gracias al gran Aguilar.

    1. Pues muchas gracias a ti también.
      El libro es, efectivamente magistral. Muestra a un autor pleno de madurez y recursos.

  4. samuel dice:

    ¡Magnífica entrevista! Y Jess Franco, ¡qué personaje!, quizá el director más «irregular» de la historia del cine.

    Saludos, y felicidades una vez más por el blog, que es un tesoro.

    1. No se merecen (bueno si que se merecen, ¡que coño!)

  5. Alimaña dice:

    Un personaje de enraizado cariz épico jajajaja. En una entrevista hace poco le abordó un periodista que le comentó sin mediar saludos: «Yo solo soy un pobre pipiolo que quiere ser director como usted..¿Que tengo que hacer? A lo que Franco enseguida contestó: «Estás jodido ¿eh? Te lo advierto… fracasarás como yo, que llevo toda la vida fracasando…»

    Genio y figura…

    1. Memorable respuesta. Franco mezcla entre chanzas unos ataque de lucidez que pa’que.

  6. Belén dice:

    Bueno, eso que dice José Torralba de que Carlos Aguilar expresó en otra entrevista, «ahora hay gente válida que aporta textos interesantes y está rellenando huecos…», pues sí, pensamos muchos en ti.
    Enhorabuena a los dos. A él por el trabajo que le habrá supuesto el distanciamiento necesario para abordar la obra de Franco y por esos documentos gráficos y citas tan bien seleccionados, y a ti por la maravillosa entrevista y aportaciones gráficas también. Te ha quedado estupendo todo. ¡Felicidades!

    1. Pues gracias a ti por leerlo.

  7. Antonio Mayans dice:

    He leido La entrevist, el libro (Jesus Franco) y la novela, «Nueve colores angra la luna» y he hablado con Carlos. Que experiencia…..

    1. Desde luego si eres realmente quien tú nombre indica tienes muchísima, pero que muchísima más experiencia que esa.

  8. paco bas dice:

    Vaya que si es el actor que más películas ha hecho con Jesús Franco

  9. m.gallardo dice:

    Lo que hace muy bien don Carlos Aguilar es hacer refritos de sus anteriores publicaciones. Esta de Jesus Franco es un refrito del libro que publicó en Italia. Tres cuartos de lo mismo hace con Sergio Leone. Hace tiempo que no hace más que repetirse. Y también querría decir al sr. Mayans que más le valdría preguntar a sus amigos, el sr. Franco y la sra. Romay, sobre lo que opinan del libro «Jesús Franco» de Carlos Aguilar. Conténtos están, sobre todo con las sangrantes opiniones del sr. Aguilar sobre Lina Romay.

  10. Atta dice:

    Que desfachatez auto-entrevistarse. Es lícito que Carlos Aguilar quiera vender libros, pero esto es más que tener cara, todo vale por el autobombo.

    Dices que Jesús Franco dice mentirijillas en el libro «Spanish Exploitation», pero a lo mejor son más verdades que las que tu cuentas, Carlos Aguilar.

    1. ¿Auto-entrevistarse?
      Hablar es gratis…
      Siento que lo de Spanish Exploitation haya sentado tan mal. No tengo ningún interés contra el libro ni contra su autor, al cual no conozco de nada, y desde luego hubiera preferido que el mencionado libro fuera mejor, incluso que fuera bueno y poder decirlo y recomendarlo y alabarlo…pero no puedo porque sería un falsario y nadie me tomaría en serio después.

      1. Atta dice:

        Tanqui, tranqui…hoy lo dejamos aqui pero, ya lo vamos viendo. Lo evidente es lo evidente. No te pongas nervioso…Y no relaciones cosas, que te delatas. Adrián…o…

  11. paco bas dice:

    jaja que cachondeo que te delatas Adrián

    1. No digas a nadie que en realidad soy…Bruce Wayne.

      1. Juan Manuel dice:

        Me he partido el culo leyendo estos últimos posts. ¿Carlos Aguilar haciendo refritos? Sus libros sobre Leone y Franco en Cátedra son tan distintos de los anteriores que publicó que son como nuevos, lo que ha hecho es perfeccionar y ampliar los primeros con base a todo lo aprendido entre unos y otros. Y los que acaba de sacar sobre Eastwood y Phillip Law también son refritos?! Y pensar que Aguilar va a buscarse otra identidad para autoentrevistarse??? Si es el escritor de cine más importante y personal que tenemos!!! Y el libro del Spanish explotation es la mayor basura que se ha publicado, tras aquel del Nashy de Scifiworld!!! Un poco de cabeza, señores!

  12. Lulis dice:

    Estoy con Juan Manuel!!!. Y demasiado bueno ha sido Aguilar en el libro con Franco, de quien bien poco se puede salvar, y con la Romay, que es horrorosa!!!. De mediocres como Agudo o Matellano, y sus vomitivas reivindicaciones del infame Naschy, mejor no hablar!!!

  13. m.gallardo dice:

    Juan Manuel, «gracias, al gran Carlos Aguilar». Estábais muy (auto) complacientes después de babear con la entrevista pero sólo ha habido que pinchar un poquito para que se abra la caja de Pandora y enseñéis la fierecilla podrida que lleváis dentro, je, je. Esto promete diversión. Que bueno lo del sr. Aguilar, ¿de verdad que sómos unos pocos los que encontramos en su texto de Jesús Franco -versión italiana y española- las mismas cosas…?. ¿Que lo de Sergio Leone no es lo mismo una y otra vez…?. ¿Y Philipp Law, en ese libro que no ha leido nadie…?, entiendo que sea uno de los «amores» del sr. Aguilar pero…por cierto que coeditado por el SFW que tanto criticáis y que supera con creces en fondo, forma y estilo a este blog y sus seguidores.¿Y que me dices de Eastwood y su prólogo al de Eli Wallach…?, un telegrama!.

    Es cierto, el sr. Aguilar no necesita auto-entrevistarse, ya estáis todos los acólitos babeantes dispuestos a entronizarle como «el escritor de cine más importante y personal que tenemos». Lo más. Lo nunca visto. ¿De verdad, eso creéis?. Ja, ja. Si esto es lo mejor que tenemos en este país, apaga y vámonos. Tela con sus opiniones y su narrativa, y qué decir de sus dos novelas, uff, olé!!!.

    Y respecto a doña Lina Romay…pobre Lina…gentes como Aguilar -o alguno de vosotros- no existirían sin Lina y Jesús, ni sin gente como por ejemplo el sr. Romero Marchent al que Carlos Aguilar después después de haberlos «usado» como poco los deja tirados. Mataba el sr. Aguilar hace tiempo por Jesús Franco. Y después de haberlo descuartizado durante años tiene el valor de volver a escribir sobre él…¿Porqué?…¿Para seguir haciéndo más daño?…menos mal que el enfado de ambos se torna rápidamente en desdén. Una mierda os parece Jesús pero recurrís una y otra vez a él para vender libros o llenar páginas de blogs como este. Menuda veta habéis encontrado.

    Seguid, seguid asi, echar carnaza contra todo bicho viviente. Venga, la veda se abre. Os sugiero usar unos clinex para limpiaros si váis a hablar del sr. Aguilar, o los mismos clinex si váis a escupir sobre los demás. ¿Quién es el siguiente?. ¿A por quién iréis ahora?.

    1. ¿Te has quedado a gusto? Muy bien.

      «(…) el SFW que tanto criticáis y que supera con creces en fondo, forma y estilo a este blog (…)» Dudo que por aquí se haya dicho nada sobre/contra o lo que sea de esa revista. Lo cierto es que alguno de sus responsables aparecerá por aquí en breve. Por otra parte estaría bueno que una revista profesional no superara en todo a un blog personal, que es lo que esto es.
      En particular sobre Jesús Franco he escrito bastante por aquí, quizás deberías molestarte en leerlo.

  14. Juan Manuel dice:

    Gallardo, tú, que no eres nadie, te atreves a poner a caldo a Aguilar, que lleva treinta años publicando libros cojonudos!!! el colmo de la inquina cutre. Y también criticas este blog, que es la hostia de bueno. Pero con qué derecho, quien te crees que eres?. Y si no has leído el libro de Law, es tu problema, yo ya me lo sé de memoria, de bueno que es!!! Y si Eastwood escribió un prólogo breve al libro de Wallach, qué??? Yo me daría con un canto en la polla con la mitad de ese prólogo, si pudiera escribir algún día un libro. Cosa que no haré, porque no sé y lo admito. Yo conozco a Aguilar, he hablado con él una vez en la Feria del Libro, y es un tío modestísimo, cuando aquí hasta el más imbécil se cree Dios, y encantador. Cuánta envidia y cuánta gilipollez te caracterizan, Gallardo.

    1. Por favor, no entremos en un carrusel de insultos. Cada cual se ha desfogado y dejémoslo aquí. WordPress permite cerrar los comentarios en cada post individualmente y no dudaré en aplicarlo.

  15. paco bas dice:

    Que cada uno tenga su opinión, algunos comentarios de ofendidos sobre unos temas u otros son absurdos, si todo el mundo le gustara lo mismo, entonces si sería una mierda, todas las películas iguales. Estoy de acuerdo con lo que dice Adrián con lo de que la realidad es más sencilla, no siempre hay conspiraciones. Jesús Franco y Aguilar por lo visto fueron amigos, tuvieron sus diferencias y ya no lo son no creo que aguilar escriba libros para descalificarle. No se quién tendría la razón o si uno miente u otro no, lo que si puedo decir es que carlos Aguilar es un buen critico de cine y Esbilla también, aunque no siempre coincida con sus analisis u opiniones. Es también normal que a cualquier persona no le guste toda la obra de Jesús franco, a mi muchas no me gustan y algunas me parecen muy buenas y como persona me parece muy interesante, da para mucho imaginaros un biopic como el de Ed Wood, sin compararlos a los 2 que son bastante diferentes, Jess franco me parece más rompedor

    1. Desde luego sería apasionante, lo mismo para Naschy. Son vidas que merecen ser contadas.
      En cuanto a la comparación…es imposible Ed Wood era un inútil manifiesto y Jesús Franco les daba cien vueltas a todos sus contemporáneos españoles (y a parte de los europeos). Otra cosa son las circunstancias imposibles para su idea del cine en este país y su propia personalidad.

  16. m.gallardo dice:

    Genial Juan Manuel, je, je. No me has defraudado lo más mínimo. Qué primario!. A pesar de avisar de que se trataba de un trapo rojo has entrado como un torito. Qué bueno. Efectivamente, yo no soy nadie, ni pretendo serlo. Veo que tú sí debes serlo Juan Manuel, sobre todo desde que te encontraste con tu Dios en la feria del libro. Me alegro y te deseo muchos de esos encuentros que colmen todos tus deseos. Eso sí, tendras que frecuentar más a tu Dios para darte cuenta que quizá no sea un «tío modestísimo». Sólo hay que leer la entrevista, cada vez se parece más al sr. Naschy con tanta egolatría, «Yo, yo, yo». Je, je. No olvides que tu Dios no ha hecho más que comentar cuando no vilipendiar el trabajo de los demás. Detrás de una cámara o haciendo cualquier tarea cinematográfica le querría ver yo. Para eso tendría que tomar unas clases con el sr. Franco, por ejemplo. Otro trapo rojo. Quedo en espera del torito, que se arrnacará en breve, vaticino.

    He leido lo que escribís aquí sobre Jesús Franco, claro. Y por eso reitero sobre qué seríais muchos sin sus películas.

  17. Pido por enésima vez que no se trasladen aquí rencillas personales.

    1. Juan Manuel dice:

      Pues sí, vuelvo al trapo. Eres tan listo que aciertas en el pronóstico! Así que te digo que vale que tengas tan mal gusto para no admirar a Carlos Aguilar, pero que seas tan imbécil para decir que sería un inútil tras la cámara me deja alelado. Un escritor no es un director ni tiene por qué serlo, cada cual en lo suyo!!! Sin embargo, Aguilar ha demostrado que es más que un crítico, con sus novelas, que he leído dos y me han encantado, y con las cosas que hizo en Vía Digital, que me vi algunas! Y piensas también que sin Franco Aguilar no habría escrito la Guía del cine ni La Espada magica? Y decir que se parece al borrico engreído del Naschy? Pero a ti te han extirpado el cerebro o qué? Y tranquilo, que cuando Aguilar me decepcione lo diré. De momento, insisto: es un tío encantador y un genio.

      1. Muy bien, desfogados ambos será mejor dejar esta reyerta ya casi tabernaria.

  18. m.gallardo dice:

    El desfogue y el estilo de taberna sólo pertenece a Juan Manuel, las comparaciones con este sujeto son odiosas. Efectivamente, torito, veo que te gusta. ¿Qué puedo decirte?. Nada, porque lo has dicho tu todo, tú te calificas a ti mismo con lo que dices, je, je. Me temo que sólo has debido de leer en tu vida las dos obras maestras literarias de tu Dios, sólo asi acierto a comprender que te parezcan buenas. Lo tuyo es amor, me atrevo a pensar que del de verdad, je, je. Haríais buena pareja. Pues quédate con tu genio, para ti para siempre. Venga, sigue combinando carnaza y baba, qué bien se te da. Agur.

  19. Juan Manuel dice:

    Acerté contigo, Gallardo: te extirparon el cerebro! Como siempre, en vez de dar argumentos o responder a los míos, sueltas cuatro ironías cutres. Me hablas de leer? Leo dos libros por semana desde niño, y tengo 57 años! Me hablas de amor entre hombres? Me gustan las mujeres como a nadie. Por eso, admiro a Aguilar como escritor y puedo decir que es encantador. Y me despido de esto, que me jode hablar con un tarugo como tú, Gallardo. Un millón de gracias, Esbilla, por tu paciencia, y enhorabuena otra vez por tu entrevista a Aguilar: es genial. Y tu blog una maravilla!!!

  20. m.gallardo dice:

    Ooooleeeee!!!. Tu único argumento: el insulto, Juan Manuel. No he escuchado nada sólido en tu palabrería. Sólo tu mala baba con aquel que discrepa de vuestro catecismo, y tu baboseo con tu Dios Amado. ¿Quien es el tarugo?, ¿Yo?,¿Seguro?, je, je. Y eso que tengo treinta años menos que tu!!!. Claro que tengo cerebro, a diferencia de ti y me marcho de aquí ya mismo no sea que intentes comermelo (digo el cerebro, no te hagas ilusiones)…Agur.

  21. Anónimo dice:

    William Berger, actor de inferior nivel? o en inferior nivel que quién? mmmmmmmmm….

  22. paco bas dice:

    Por fin he podido ver Rififi en la ciudad y como dice Carlos Aguilar es de las mejores de Franco. Una prueba más que, hubiera sido posible otro Jesús Franco, si hubiera mantenido el nivel de calidad de su cine de los sesenta, seguro que a día de hoy, más que un director maldito, sería considerado un genio.

    1. La más «wellesiana» de las suyas. El Franco de los 60, especialmente el del blanco y negro, es otro director. Uno mejor.

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