Puedes masticarlo pero no puedes tragarlo: Asesino implacable/El largo viernes santo

Esto es Inglaterra, estas son sus credenciales. Una manera de entender el género absolutamente inimitable.

¿qué diría Dios?
¿qué diría Dios?

Asesino implacable (Get Carter)203186757_1369080d6d

Director: Mike Hodges

Año: 1971

País: Gran Bretaña

Fotografía: Wolfgang Suschitzky

Música: Roy Budd

Guión: Mike Hodges según la novela de Ted Lewis «Jack´s return home», 1970

Reparto: Michael Caine, Britt Ekland, Ian Hendry, John Osborne

Perfecto ejemplo del “thriller” tal y como se entiende en las islas y en muchos aspectos el formón del género: sordidez ambiental, violencia restallante, cutrez y anti-glamour.

En compensación a una dura trama de cintas pornográficas y gangsters de 2ª división pródiga en sexo puerco y asesinatos sin miramiento alguno, Caine crea un personaje icónico que es la esencia del «cool», como el «Bullit» de McQueen, «Le samuraï» “melvilliano” de Delon o su propio Harry Palmer (además de haber conocido un fardona versión «blackexploitation» titulada «Hit Man«), que acaba por crear una especie de distorsión entre la presencia sofisticada del actor y el ambiente cochambroso que le rodea, un efecto que quizás sea lo mejor de toda la película.

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Violentísima, carismática, magníficamente ambientada, a veces desmañada pero siempre enérgica, con una perfecta captación de un clima de deprimente miseria moral a juego con el aspecto sucio y destartalado de la fotografía, supone el mejor intento de Mike Hodges, un director muy irregular que alterna cosa tan interesantes como la extrañísima  “El hombre terminal” adaptando a Crichton o la magnífica e injustamente desconocida “Croupier” con ridiculeces del tamaño de “Flash Gordon” o “Historias peligrosas” una memez coyuntural y metalingüística también con Michael Caine encabezando el reparto.2426 Aquí acierta por completo apurando un ritmo en aumento que evoluciona desde el mortecino inicio (perfecto para reflejar el desagrado que los ambientes producen al protagonista) hasta el brutal tercio final y deja un puñado de momentos memorables por el camino, desde la persecución en el aparcamiento, hasta el estilizado final, pasando por las contundentes ejecuciones con parada en ese apuñalamiento gratuito que puntea las palabras con las que interroga a un pobre tipo arrodillado. Y sobre todo la ya legendaria escena de Carter/Caine saliendo en pelotas a la calle portando un escopetón con el que amedrenta a unos matoncetes que no saben con quien se están metiendo.get carter 2

Un film fundacional que sirve además para comprobar donde estaban los estándares y la permisividad del cine de los 70 con respecto a la crueldad, la perversidad, y sobre todo a la libertad creativa y la posibilidad de mostrar personajes amorales que se comporten como auténticos hijos de puta sin ninguna necesidad de justificación más allá de la propia película y el mundo que esta crea.

El largo viernes santo (The long good friday)Long_Good_Friday_01

Director: John MacKenzie

Año: 1979

País: Gran Bretaña

Fotografía: Philip Meheux

Música: Francis Monkman

Guión: Barrie Keefe

Reparto: Bob Hoskins, Helen Mirren, Eddie Constantine, Dave King

A un “gangster” londinense más bien cafre, amenaza con caérsele abajo un negocio inmobiliario con unos inversores tirando a sospechosos y un concejal untado, debido a una serie de atentados contra sus intereses que van dejando un reguero de sangre. El asunto es que uno de sus hombres ha estado trapicheando con el IRA a sus espaldas causando la detención de un par de gerifaltes por culpa de que la policía ha seguido la entrega de un dinero. La cosa no sienta bien a los muchachos irlandeses y así comienzan los problemas.

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Quizás la obra maestra del correoso cine mafioso inglés y desde luego el mejor título de MacKenzie, director pronto diluido (aunque con algún trabajo interesante, “El cuarto protocolo” por ejemplo, buena intriga de la “guerra fría” un pelín pasada de moda ya en la época) pero que aquí logra un film dinámico, compacto y muy influyente (el cine de Guy Ritchie no deja de ser la vulgarización de sus logros por la vía de la banalización vampírica y la bisutería estética), tanto por sus maneras violentas, nacidas, no ya, de lo gráfico de sus estallidos sino del fango de amoralidad pringosa que retrata con verismo, como por un extraviado humor negro nacido de la observación del ambiente y de las maneras horteras de unos matones “cockneys” venidos a más, pretenciosos, cutres y bestiales. 1532-Helen Mirren LongGoodFriday

Deja momentos de una violencia desmesurada que muestra bien a las claras como se las gasta el “noir” británico, con la justamente mítica escena del matadero la cabeza (Harold manda buscar al resto de los jefes locales y todos ellos acaban colgados boca debajo de unos ganchos de carnicero mientras les lee la cartilla), pero también la crucifixión al suelo o especialmente el sangriento uso de una botella durante la confesión de la traición.

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Una joya fea y bruta, cínica y rabiosamente social, que sabe usar el género para diseccionar un entramado de corruptelas políticas y económicas parasitado por ejemplares como al que Bob Hoskins presta su físico de bulldog (antológico su rostro final). Rebosante de autenticidad, muy bien escrita, rodada con estilo y estupendamente musicalizada, ennoblecida además por las presencias del venerable Eddie Constantine o de la siempre espléndida Helen Mirren (casi una Lady MacBeth para una cinta que  puede verse como un Shakespeare atravesado y sin despiojar), amén de un reparto cuajado de caretos patibularios que meten miedo entre los que se incluye un jovencito Pierce Brosnan como implacable “killer” que no tiene miramientos en seducir en las duchas de una piscina a uno de los hombres de Hoskins.

7 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Sí señor… dos películas imprescindibles a cual mejor. Cine con agallas, hecho desde las tripas y que no teme ser barriobajero, genuino, sucio. Mención especial para sus actores principales (grande Caine, mayúsculo Hopkins) y para sus respectivas bandas sonoras.

    Dos apuntes: El largo viernes santo es inspiración mayor del gran Peter Milligan y su Skreemer… hacer una sesión doble con el cómic y la película es una experiencia deliciosa que recomiendo a cualquiera. Y por último, mencionar que el tan alabado plano secuencia final de George Clooney en la sobria Michael Clayton es un descarado «plagiomenaje» de la secuencia final de este filme… secuencia memorable pero que, a mi modesto entender, se queda un poco por detrás del fenomenal speech de Hopkins que la antecede.

    Glorioso artículo.

  2. esbilla dice:

    Gracias por la visita Jose,un honor, ¿como era aquello? «yo me cago en la mafia» o algo por el estilo, ¿no?. Sin duda «Asesino implacable» tiene un toque icónico-cool adictivo, pero «El largo…» está atravesada de un humor cabrón y de una autenticidad que tira de espaldas y Hoskins intimida lo suyo además, un actor fabuloso, memorable en aquella «Mona Lisa» donde Neil Jordan acercaba el género a las lindes del cuento de hadas. «Skreemer» está en espera, eso si ahora estoy con «The extremist» gran recomendación tuya y con una novela del oeste magistral, «Warlock» de Oakley Hall,si te interesa el western perfecta y si no…también.

  3. ¡Pues me la apunto! Y sí, Hoskins lo clava… compone un personaje muy visceral y poderoso, casi animal. Te deja clavado en la butaca.

    Ah… y visitar, visito siempre (te tengo fichado por RSS). Otra cosa es comentar, pero es que tu cultura cinematográfica me da mil vueltas.

    ¡Un saludo zape (¿o tal vez debería llamarte esbilla?)!

    1. esbilla dice:

      Hoskins es un bulldog sin despulgar, no habla ladra y la Mirren es sibilina como el demonio mismo. Tu comenta lo que quieras hombre, cada cual se luce en su negociado. Ah! y por ser tu puedes llamarme por mi nómbre mundano; Adrián

      1. Roy Bean dice:

        Estupenda la reseña de Get Carter, con la que coincido plenamente, sobre todo en lo de los estándares de aquellos años.
        Yo todavía estoy en Trubia y tu ya vas por Olloniego…:-)))

        Por cierto, ¿Tu ves a Caine en ese papel?, porque en la comments de mi blog, el personal no lo ve claro en este papel. Para mi está fantásticamente impasible e implacable.

        Saludos.

  4. Buff…para mi superlativo, icónico. Es decir perfecto como actor e insuperable como imagen. Ese estilo hierático, penetrante y algo irónico de Caine funciona como un guante, no me puedo imaginar a ninguno otro Carter entre los actores de la época. Personalmente creo que este y su Harry Palmer son los personajes que definieron la imagen de Caine y en no pocos aspectos son resúmenes de su respectivas épocas.

  5. Vaya, iba a empezar a comentar ‘El largo viernes santo’ aludiendo al bull dog inglés que representa Hoskins (como en su día lo representaba Winston Churchill), pero está claro que ya está todo inventado o comentado… Me parece que el suyo un personaje que sirve para encarnar a un país. En el planteamiento se proclama a Inglaterra como cabeza de Europa y del mundo, como recuperando la gloria imperial perdida, y en el desenlace los americanos terminan reprochando a Shand que Inglaterra es una república bananera. Una visión nacional tremendamente amarga.

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