Breviario peplumita: Hércules y la reina de Lidia/La batalla de Marathon/Rómulo y Remo/La conquista de la Atlántida. Héroes de la edad de plata

Un pequeño cambio para hoy, o más bien la inauguración de un formato que pretende ser más sintético pero manteniendo la exhaustividad en el rescate que busco por aquí. Para ello reseñas más breves (similares más o menos a las que podéis leer en Filmaffinity, espacio que uso como semillero) pero agrupadas en bloques temáticos o genéricos. Básicamente con el objetivo de dar espacios a títulos que quizás no se presten, por sus propias características a análisis muy extensos pero que no quiere decir que no rebosen de ideas, simpatía o interés histórico.

Una plantilla que hoy sirve para una colorista exhibición de proezas atléticas y heroísmos sin cuento y que perfectamente podrá acoger esos títulos perdidos de la Hammer setentera, “spaghetti-western” al por menor o incluso un futurible artículo sobre los entrañables Winnetou y Old Shatterhand de la Rialto. Bueno, a ver que tal queda.

Inauguro por tanto con un género que aun no había aparecido, el “peplum”. Combinado de diversión de tebeo, ingenuidad irresistible, erotismo subterráneo e incalculable valor historiográfico, al ser, en puridad, donde empezó todo. La culpa la tuvo el estruendoso éxito del primer Hércules de Pietro Francisci en 1957, concebido como alternativa autóctona y barata a los títulos de romanos (o de griegos, o de egipcios, tanto daba) que la industria americana exprimía durante la época. Así se compone el primer género (aunque los italianos ya lo había explotado durante el mudo, también por imitación USA) popular de esas dos décadas llenas de prodigios y caradura. Nacido de la imitación pero adquiriendo inmediatas características autóctonas y una estética, una narrativa y unos arquetipos absolutamente genuinos y definitivamente europeos.

Para la ocasión las dos principales vertientes del género; la fantástico-mitologica con Hércules y la reina de Lidia y La conquista de la Atlántida y la histórico-fantasiosa con La batalla de maratón y Rómulo y Remo.

Hércules y la reina de Lidia (Ercole e la regina di Lidia, Hércules encadenado)

Director: Pietro Francisci

Año:1958

País: Italia

Fotografía: Mario Bava

Música: Enzo Masetti

Guión: Ennio De Concini & Pietro Francisci

Reparto: Steve Reeves, Sylva Koscina, Sylvia López, Gabriele Antonini, Primo Carnera, Patrizia Della Rovere, Sergio Fantoni, Carlo D’Angelo, Mimmo Palmara

Por beber de una fuente encantada Hercules perderá la memoria y caerá rendido en la seductora trampa de la maligna y fascinante Reina de Lidia (y trasunto de Circe), que subyuga a sus amantes para extraerles la vida tras lo cual pasan a formar parte de una peculiar galería de (embalsamado) arte, Ulises y sus amigos tratarán de rescatarlo mientras intentan evitar una guerra civil.

Secuela del exitosísimo «Hércules» realizado un año antes por prácticamente el mismo equipo y superior a este. Fusionando sin prejuicio alguno Edipo de Colona de Sófocles y Siete contra Tebas de Esquilo a los que añade puñados de imaginación y sentido del delirio así como todo tipo de elementos mitológicos, unos inventados otros reformulados. Aupada en la subyugante fotografía del gran Mario Bava y su intransferible sentido estético/dramático (la escenografía es gozosa a más no poder) que dota a todo el film de una atmósfera irreal de la que es imposible sustraerse, un delirio de rojos y verdes que expresa a la perfección el sentido extrañamente erótico del film y la lucha del héroe contra la pura alucinación.

Vuelve, por supuesto, a contar con la presencia del siempre noble y estólido Steve Reeves como Hércules ideal, a la vez majestuoso, noble y humano, aquí enfrentado a la lasciva belleza de la prematuramente fallecida Sylvia López (contrapuesta a la no menos hermosa pero más virginal Sylvia Koscina como enamorada del solemne héroe). Una de las perlas del «peplum» mediterráneo en su variante «cine de forzudos», puro tebeo desbordante de la ingenuidad, el encanto y la maravilla tan propia del esplendor del cine de género en Europa.

La batalla de Marathon (La battaglia di Maratona)

Director: Jaques Tourneur

Año: 1959

País: Italia/Francia

87 min.

Fotografía: Mario Bava

Música: Roberto Nicolosi

Guión: Ennio De Concini, Augusto Frassinetti y Bruno Vailati

Reparto: Steve Reeves, Mylène Demongeot, Daniela Rocca, Daniele Varga, Sergio Fantoni, Alberto Lupo, Gianni Loti, Ivo Garrani, Philippe Hersent

Versión (muy) fantaseada de la hazaña de Filípides, reconvertida para la ocasión en la típica y deliciosa mezcla de romance virtuoso (el intachable protagonista preferirá a la rubia virginal frente a la morena tentadora, una  sugerente Daniela Rocca que se sacrificará para purgar su mala vida), intrigas político-palciegas (el ABC de la variante) y heroísmo inconsciente, desbordante de encanto “naïve” y estética de fotocromo, al que la distinción formal y la fluidez narrativa de Tourneur (ayudado por la esplendida fotografía de Bava, especialmente las hermosas escenas nocturnas, quien ejerció como director suplente junto con el productor y guionista Bruno Vailati que repetiría experiencia un par de años después en “El ladrón de Bagdad” asistiendo a Arthur Lubin) otorgan unos valores cinematográficos por encima de la media y un buen gusto no siempre presente en el género.

Por su parte el lustroso Steve Reeves brinda su intransferible nobleza al héroe (sin duda era un actor muy limitado pero poseía un aura de dignidad y honor que lo convertía en el “peplumita” por antonomasia) y la “starlette” francesa Mylène Demongeot deslumbra entre minifaldas plisadas y túnicas abiertas hasta la cadera como la bellísima Andrómeda, cuyo nombre mitológico proporciona el momento mas elegantemente sutil de la película, la joven será atada al mascarón de proa de un monstruoso barco pintado con escamas y provisto de una pavorosas fauces, Cetus mecánico para la era del colorín.

Rómulo y Remo (Romolo e Remo)

Director: Segio Corbucci

Año: 1961

País: Italia

107 min.

Fotografía: Enzo Barboni & Dario Di Palma

Música: Piero Piccioni

Guión: Sergio Corbucci & Adriano Bolzoni

Reparto: Steve Reeves, Gordon Scott, Virna Lisi, Ornella Vanoni, Jacques Sernas, Massimo Girotti, Franco Volpi, Andrea Bosic

Versión fantabulosa de la fundación de Roma adaptada al gusto y estética «camp» mediterránea que une en pantalla a los dos mayores divos del cine de forzudos, Steve Reeves (el mejor Hércules posible) y Gordon Scott (un apañado Tarzán) que además de lucir pectorales no interpretan nada mal a los poco bien avenidos hermanos especialmente Scott logra un Remo apropiadamente envidioso y venal.

Como siempre en el género la ingenuidad y el sentido del delirio van de la mano con la falta de medios y el descaro absoluto que en lugar de ser un impedimento resulta un acicate constante. Lográndose de esta manera un “epic” “low-fi” tan perfectamente plausible a su manera como cualquier pesadillesco intento de supuesta fidelidad histórica (¿?), sobre todo cuando esto no está presidido por la más elefantiásica petulancia. Todo ello sustituido aquí por sentimientos más grandes que la vida misma y pura evocación cinematográfica, o lo que s lo mismo mágica.

Dirigida con pulso artesanal por Sergio Corbucci (grande en el Spaghetti Western) que aplica su vibrante sentido de la aventura, toda la película resulta divertidísima y definitivamente entrañable…y encima sale Virna Lisi más guapa que siempre.

La conquista de la Atlántida (Ercole alla conquista di Atlantide, Hercules and the cautive women)

Director: Vittorio Cottafavi

Año: 1961

País: Italia

101 min.

Fotografía: Carlo Carlini

Música: Gino Marinuzzi Jr. & Armando Trovajoli

Guión: Vittorio Cottafavi, Sandro Continenza y Duccio Tessari según personaje y conceptos de Pierre Benoît

Reparto: Reg Park, Fay Spain, Ettore Manni, Luciano Marin, Laura Efrikian, Enrico Maria Salerno, Ivo Garrani, Gian Maria Volontè, Mimmo Palmara, Mario Petri

Realizado por el avezado Vittorio Cottafavi en pleno esplendor del género resulta ser una de las grandes aportaciones a la vertiente fantástico-mitológica del mismo, encima de incorporar una curiosa lectura como sátira/denuncia político-ideológica.

Enfrenta a Hércules, interpretado ahora por Reg Park que hereda el personaje de manos del egregio Steve Reeves y aporta un tono más campechano en consonancia con el rostro rubicundo y simpaticote del actor (la primera escena del film es abertamente cómica con el héroe intentando comer tranquilamente en medio de una multitudinaria pela), contra la sofisticada y villanesca reina de la Atlántida y su ejercito de rubiales clónicos (interpretados por el ubicuo Mimmo Palmara).

Todo ello dentro de una historia de sed de dominio y miedo místico (la fasciante reina Antinea sustenta su poder y el de su isla, sobre un pozo que contiene una gota de la sangre de Urano) que desborda de sense of wonder e ingenio tebeístico, de humor sano y cartón piedra. Estupenda escenografía y banda sonora, momentos inolvidables e imaginación sin freno (Hércules rompiendo el trono de su amigo Androcles para que nadie lo ocupe en ausencia de este, la aparición fantasmagórica del héroe tras el naufragio que le separa de su hijo, la isla que vampiriza y se alimenta de cuerpos encastrados en la roca, etc…) para un delicioso combinado de inteligencia, caradura e ingenuidad, que encierra además un canto a la libertad y a la amistad.

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